El dulce sabor de la agroforestería: Cómo la agroforestería y los bosques comestibles están revolucionando la industria del chocolate artesanal.
Amantes del chocolate: prepárense. La industria del chocolate artesanal está en auge y ha llegado para quedarse, no solo por su mejor sabor en comparación con el chocolate producido en masa, sino también por su enorme impacto en el medio ambiente. Gracias a la agroforestería y los bosques comestibles, la producción de chocolate artesanal se está volviendo más sostenible y ecológica, y el mundo lo está notando.
Ahora no solo la gente se interesa por descubrir los diferentes aromas que pueden tener ciertos granos de cacao, sino que también se está abriendo un nuevo sector turístico: hoy en día, los cacaocultores conscientes están interesados en que la gente visite sus fincas, mostrando y enseñando que gestionar un negocio y cuidar el medio ambiente no son dos actividades mutuamente excluyentes.
La agroforestería es la práctica de integrar árboles y agricultura en un mismo terreno. Esto no solo ayuda a mejorar la salud del suelo y la biodiversidad, sino que también proporciona una fuente de ingresos y soberanía alimentaria para los agricultores. En la producción de chocolate, la agroforestería es importante porque es una forma eficaz de cultivar árboles de cacao bajo la sombra de un dosel creado por otras especies, lo que ayuda a mejorar la calidad del chocolate.
La agroforestería también permite a los agricultores cultivar otros cultivos junto a los árboles de cacao, lo que puede proporcionar ingresos adicionales y seguridad alimentaria a poblaciones tradicionalmente desatendidas. Otra aportación importante de la agroforestería, cada vez más común, es que hoy en día los agricultores finalmente comprenden que no es necesario talar el bosque para cultivar un solo producto.
La agroforestería utiliza la silvicultura análoga, un método de cultivo que busca imitar los ecosistemas naturales mediante la introducción de especies no endémicas de la zona donde se implementa el sistema. Si bien se priorizan las especies locales tradicionales, existe la posibilidad de introducir plantas similares que tengan el mismo rol en el suelo, pero que proporcionen alimento a quienes viven de ellas. En Mashpi Shungo, el mejor ejemplo es el salak.
El salak, o fruta de la serpiente, es una fruta endémica de Indonesia y no originaria de Latinoamérica. Sin embargo, al crecer en una palmera, podemos usar las palmeras salak para que desempeñen el rol que el suelo necesita, a la vez que obtenemos una deliciosa fruta para comer y trabajar.
La silvicultura análoga también enfatiza el uso de herramientas y técnicas tradicionales no mecanizadas, como la labranza manual y los cultivos de cobertura, así como la integración de la ganadería y la rotación de cultivos para mejorar la salud y la fertilidad del suelo. La agricultura análoga también prioriza el uso de variedades de semillas locales y tradicionales, y evita el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos.
El objetivo de la agricultura análoga es crear un sistema autosostenible de ciclo cerrado que imite los ecosistemas naturales y se base en procesos naturales para mantener la fertilidad y la productividad. Otro término que utilizamos con frecuencia en Mashpi es la agricultura sintrópica, que se refiere a un enfoque centrado en la creación de relaciones mutuamente beneficiosas entre diferentes especies de plantas, utilizando técnicas como la agroforestería y la asociación de cultivos para crear un ecosistema diverso y dinámico dentro del paisaje agrícola.
Esto puede generar mayores rendimientos, una mejor salud del suelo y una menor dependencia de los insumos químicos. La agricultura sintrópica también busca imitar los sistemas naturales, como la autorregulación y regeneración de un ecosistema forestal, para crear un sistema agrícola más sostenible y regenerativo.
Este método de cultivo está ganando popularidad como alternativa a la agricultura industrial tradicional, a menudo criticada por su impacto negativo en el medio ambiente y la salud pública.
Los bosques alimentarios, por otro lado, son un tipo de sistema agroforestal donde se cultivan conjuntamente una diversa gama de árboles, arbustos y plantas productoras de alimentos para imitar un ecosistema forestal natural. Esto no solo crea un sistema alimentario más resiliente y sostenible, sino que también proporciona un hábitat para la vida silvestre y ayuda a mitigar el cambio climático.
Al utilizar la agroforestería y los bosques comestibles en la producción de chocolate artesanal, los agricultores pueden producir chocolate de alta calidad, delicioso y sostenible.
Y como estas prácticas suelen implicar métodos de cultivo orgánico, el chocolate no solo está libre de químicos y pesticidas nocivos, sino que la tierra donde se produce se convierte en un corredor natural para las especies, proporcionando zonas de aterrizaje para las especies migratorias y un entorno estable para las especies nativas.
La próxima vez que busques un dulce, presta atención al origen del cacao del que se deriva ese chocolate; elige chocolate producido mediante agroforestería y bosques comestibles, que empodere a las personas interesadas en cuidar su medio ambiente.
No solo estarás apoyando a pequeñas empresas, a muchas familias y a prácticas sostenibles y ecológicas, sino que también disfrutarás de uno de los chocolates más sabrosos del mercado.